Nueva convocatoria: "Voluntariado 2021"de CADEF

 



El Centro de Acción y Defensa por los Derechos Humanos (CADEF) abre su convocatoria anual para el Voluntariado “Jóvenes Creativos defensores de Derechos Humanos”. Por segundo año consecutivo la organización inicia el proceso de convocatoria para integrar a jóvenes que desean tener un primer acercamiento a la labor de promoción y defensa de Derechos Humanos desde diversas áreas creativas, manteniendo como eje central la labor de documentación, formación, incidencia y visibilización.

Este programa coordinado por Michelle Bernier brinda la posibilidad a las juventudes de conocer de cerca la labor de ser DEFENSORES DE DERECHOS HUMANOS, manteniendo un proceso de formación constante y a su vez de acción a través de las diversas actividades a desarrollar.

Cumpliendo con los estatutos internos de la organización este se encuentra disponible para juventudes cuyos rangos etarios sean entre 18 y 30 años de edad residentes de los países: Venezuela, Argentina, Nicaragua, El Salvador, Chile y Colombia.  

Las áreas disponibles son: Visibilización Creativa, Monitoreo y documentación, Incidencia, Litigio Internacional Latinoamericano. La sesión inicial se llevará a cabo el día 15 de marzo de 2021 con la participación del directorio del Centro de Acción y Defensa por los Derechos Humanos (CADEF).

Los interesados deben llenar el formulario web disponible en el siguiente link https://forms.gle/tULkLco1jL94VpnM7

La convocatoria estará disponible desde el 26 de febrero de 2021 hasta el 14 de marzo de 2020. Y desde 15 de marzo hasta el 21 de marzo para rezagados.

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El papel cambiante de los profesores y las tecnologías en medio de la pandemia de COVID 19: principales conclusiones de un estudio entre países

 

              Niña aprendiendo en casa durante la pandemia de COVID-19. Foto: Ministerio de Educación, Perú


  • AUTORES:
  • MARIA BARRON-
  • CRISTOBAL COBO-ALBERTO MUÑOZ-NAJAR/NAKI SÁNCHEZ CIARRUSTA


  • "Quien enseña aprende en el acto de enseñar y quien aprende enseña en el acto de aprender" escribió el pedagogo brasileño Paulo Freire en su famoso libro "Pedagogía de la libertad" (1996). 

     

    A pesar de las abrumadoras consecuencias de la pandemia, esta crisis mundial ha sido también un momento extraordinario para el aprendizaje. Estamos aprendiendo lo adaptables y resistentes que pueden ser los sistemas educativos, los responsables políticos, los profesores, los alumnos y las familias. En este blog (que forma parte de una serie que destaca las principales lecciones aprendidas de un estudio para comprender la eficacia percibida de las soluciones de aprendizaje a distancia, de próxima publicación) resumimos las lecciones aprendidas en diferentes países, presentando especial atención a los profesores y a cómo tuvieron que reimaginar rápidamente las conexiones e interacciones humanas para facilitar el aprendizaje. El papel de los profesores está evolucionando aceleradamente y es, en muchos sentidos, más difícil que cuando el aprendizaje se realizaba sólo en persona. 

    ¿Cómo ha cambiado la pandemia el papel de los profesores?

    Dos factores cruciales han cambiado debido a la pandemia. En primer lugar, las adaptaciones pedagógicas han resultado fundamentales, ya que los modelos tradicionales de enseñanza presencial no se trasladan a un entorno de aprendizaje a distancia. Independientemente del tipo de canal utilizado (radio, televisión, móvil, plataformas en línea, etc.), los profesores tienen que adaptar sus prácticas y ser creativos para mantener a los estudiantes comprometidos y captar su atención, ya que cada hogar se ha convertido en un aula -la mayoría de las veces- sin un entorno que apoye el aprendizaje. Algunos países están apoyando a los profesores en este sentido. En Sierra Leona, donde el principal canal de aprendizaje a distancia es la radio, hay una línea telefónica "en directo" y gratuita para que los alumnos llamen a los profesores con preguntas, y en los horarios de las clases transmitidas por radio dejan tiempo para que los niños ayuden a sus familias con las tareas diarias. 

    En segundo lugar, la pandemia ha recalibrado la forma en que los profesores dividen su tiempo entre la enseñanza, el compromiso con los alumnos y las tareas administrativas. En Brasil, según una encuesta realizada por el Instituto Península, el 83% de los profesores no se consideraba preparado para enseñar a distancia, el 67% tenía ansiedad, el 38% se sentía cansado y menos del 10% estaba contento o satisfecho. La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de flexibilidad y de tener más tiempo para la interacción entre alumnos y profesores. Por ejemplo, en Estonia se dio a los profesores autonomía para ajustar el plan de estudios, los las unidades didácticas y el tiempo asignado a cada actividad. 

    ¿Cómo han apoyado los sistemas a los profesores en su nuevo rol?

    Casi el 90% de los países que respondieron a la encuesta de los Ministerios de Educación sobre las respuestas nacionales a la COVID-19, realizada por la UNESCO, UNICEF y el Banco Mundial (2020), apoyaron a los profesores compartiendo directrices que destacaban la importancia de: proporcionar retroalimentación a los estudiantes, mantener una comunicación constante con los cuidadores e informar a las unidades educativas locales para hacer un seguimiento del aprendizaje. Otros gobiernos adoptaron un enfoque diferente: Costa Rica desarrolló una caja de herramientas digital con recursos pedagógicos como una guía para el trabajo autónomo, el estado de São Paulo en Brasil organizó frecuentes conversaciones de dos horas entre el Secretario Rossieli Soares y los profesores a través de la aplicación móvil desarrollada por el estado. Estas conversaciones y herramientas permitieron al gobierno tener una línea de comunicación abierta con los profesores para entender mejor sus preocupaciones y ajustar los programas de aprendizaje a distancia.

    Conforme los profesores empezaron a poner en práctica estas directrices y recomendaciones, se encontraron con que tenían que compaginar la enseñanza y la retroalimentación de los alumnos a distancia, la cumplimentación de informes administrativos y el cuidado de sus familias. Algunos gobiernos reconocieron pronto que sus bienintencionados sistemas de apoyo a los profesores acababan generando agotamiento. El Ministerio de Educación de Perú estuvo abierto a recibir comentarios y reaccionó rápidamente cambiando las directrices para reducir la carga de trabajo administrativo de los profesores. El estado de Minas Gerais, en Brasil, desarrolló la aplicación móvil "Conexao Escola" para fomentar la interacción entre profesores y alumnos durante el tiempo designado después de cada clase, evitando que los alumnos se pusieran en contacto con los profesores a través de WhatsApp o mensajes de texto durante todo el día. En Uruguay, se esperaba que los profesores rellenaran la información administrativa, pero en lugar de pedirles nueva información, el gobierno decidió utilizar GURI, una plataforma digital que llevan utilizando los profesores uruguayos desde hace más de 10 años para comunicar información como la asistencia y las notas de los alumnos.

    Más allá de proporcionar directrices y herramientas, algunos gobiernos han aprovechado los programas de desarrollo profesional existentes que ya funcionaban antes de la pandemia. El estado de Edo, en Nigeria, formó en los dos últimos años a los 11.000 profesores de primaria que forman parte del programa Edo-BEST para que utilizaran eficazmente las tecnologías digitales en el aula; durante la pandemia, este programa de formación de profesores en activo pasó de ser presencial a ser a distancia. Del mismo modo, en Uruguay, el Instituto de Formación Docente en Servicio puso en línea un programa de entrenamiento existente para proporcionar apoyo pedagógico a distancia y Ceibal reforzó su programa de formación docente y su repositorio de Recursos Educativos Abiertos. Aunque más del 90% de los profesores uruguayos se mostraron satisfechos con la formación a distancia recibida durante la pandemia, algunos expresaron la necesidad de seguir formándose.

    ¿Qué impacto han tenido las tecnologías en este cambio de rol?  

    Ante la pandemia, los países han combinado enfoques de alta y baja tecnología para ayudar a los profesores a apoyar mejor el aprendizaje de los alumnos. En Camboya, por ejemplo, los responsables de educación diseñaron una estrategia que combina SMS, folletos impresos y comentarios continuos de los profesores, aprovechando la alta penetración de la telefonía móvil en el país. El enfoque va más allá de proporcionar materiales que requieren baja tecnología: da información sobre cómo acceder a los programas de aprendizaje, garantiza que los estudiantes accedan a materiales de aprendizaje en papel e incluye visitas a domicilio para supervisar las actividades de aprendizaje a distancia. También se espera que los profesores proporcionen semanalmente recursos en papel a los alumnos y se reúnan con ellos cada semana para entregarles sus hojas de trabajo marcadas y emitir otras nuevas para la semana siguiente.

    La tecnología también ha mejorado el apoyo entre el gobierno y los profesores, adaptando los programas de formación existentes para que se impartan a distancia (como los casos mencionados de Nigeria y Uruguay), creando espacios para programas de apoyo entre pares (por ejemplo, la iniciativa Virtual EdCamps, creada para facilitar el aprendizaje entre pares de los profesores) o estableciendo líneas telefónicas de atención sobre EdTech (o tecnología educativa) para los profesores (como en Estonia, donde la HITSA -Fundación de Tecnología de la Información para la Educación- abrió una línea de información sobre tecnología educativa para resolver cualquier pregunta tecnológica que pudieran tener los profesores).

    Las intervenciones tecnológicas deben facilitar las interacciones entre profesores y alumnos, mejorando el acceso a los contenidos, los datos y las redes, ayudando a los profesores a apoyar mejor el aprendizaje de los alumnos, como se establece en la Plataforma para Profesores Exitosos del Banco Mundial, donde el uso eficaz de la tecnología es uno de los principios clave para garantizar equipos de profesores eficaces. 

    ¿Cómo pueden los responsables políticos apoyar a los profesores durante la reapertura de las escuelas?

    Para volver a construir sistemas educativos más sólidos, los países tendrán que aplicar las iniciativas de enseñanza que han demostrado ser eficaces durante la fase de aprendizaje a distancia e integrarlas en el sistema educativo ordinario. Es fundamental empoderar a los profesores, invirtiendo en el desarrollo de las habilidades necesarias y en su capacitación para poder así explotar todo el potencial del aprendizaje a distancia e híbrido. 

    Igualmente importante es liberar el tiempo de los profesores de las tareas administrativas (como hicieron Brasil, Perú y Uruguay), centrarse en lo que es pedagógicamente eficaz y proporcionar apoyo socio-emocional a los profesores.  La pandemia y los cierres prolongados de las escuelas han cambiado el papel de los profesores y la mayoría de ellos no estaban preparados para ese cambio; se necesita una estrategia global de seguimiento socioemocional y apoyo psicosocial para garantizar el bienestar de los profesores y evitar su agotamiento.

  • A pesar de los avances recientes, las leyes aún limitan las oportunidades económicas de las mujeres, concluye un estudio

     


                          COMUNICADO DE PRENSA DEL BANCO MUNDIAL

    El impacto económico y social de la pandemia de COVID-19 acentúa las desigualdades de género

    Ciudad de Washington, 23 de febrero de 2021. Según un nuevo informe del Banco Mundial, los países continúan avanzando lentamente hacia una mayor equidad de género; sin embargo, las mujeres en todo el mundo se enfrentan a leyes y regulaciones que limitan sus oportunidades económicas, especialmente frente a los nuevos desafíos causados por la pandemia de COVID-19 en materia de salud, seguridad, y protección económica.

    Las reformas adoptadas para eliminar los obstáculos a la inclusión económica de las mujeres han sido lentas en muchas regiones y al mismo tiempo desiguales entre estas mismas, según el informe Mujer, Empresa y el Derecho 2021En promedio, las mujeres tienen sólo tres cuartas partes de los derechos reconocidos a los hombres. Las mujeres ya se encontraban en desventaja antes de la pandemia, y las iniciativas gubernamentales a fin de atenuar algunos efectos de la crisis, si bien innovadoras, han sido limitadas en muchos países, señala el informe.

    «Las mujeres deben ser plenamente incluidas en las economías para lograr mejores resultados en materia de desarrollo», explicó David Malpasspresidente del Grupo Banco Mundial. «A pesar de los avances en muchos países, hemos constatado retrocesos preocupantes en algunos de los mismos, como límites a la libertad de movimiento de las mujeres sin el permiso de un tutor masculino. La pandemia ha acentuado las diferencias existentes que ponen en desventaja a las niñas y las mujeres, en particular bajo la forma de obstáculos para la escolarización y el mantenimiento de empleos. Al mismo tiempo, las mujeres se enfrentan al aumento de la violencia doméstica, y a dificultades en temas de salud y seguridad. Las mujeres deberían tener el mismo acceso a los servicios financieros, los mismos derechos a heredar que los hombres y estar al centro de nuestros esfuerzos hacia una recuperación inclusiva y resiliente de la pandemia de COVID-19».

    El informe Mujer, Empresa y el Derecho 2021 mide leyes y regulaciones en 8 áreas que afectan las oportunidades económicas de las mujeres en 190 países dentro de un período que va desde septiembre de 2019 a octubre de 2020. Desde la movilidad a los desafíos que representan el trabajo, la crianza de los hijos y la jubilación, los datos ofrecen puntos de referencia objetivos y medibles sobre el progreso global hacia la igualdad de género. Tras el desencadenamiento de la pandemia, el informe también analiza igualmente la respuesta de los gobiernos a la crisis de COVID-19 y cómo la pandemia ha afectado a las mujeres en el trabajo y en el hogar, principalmente en lo referente al cuidado de los niños, el acceso a la justicia, la salud y la seguridad.

    En general, los hallazgos del informe indican que muchos gobiernos han adoptado medidas para abordar el impacto de la pandemia en las mujeres trabajadoras. Por ejemplo, menos de una cuarta parte de las economías analizadas por el informe garantizaba por ley a los padres trabajadores alguna licencia para el cuidado de los hijos antes de la pandemia. Desde entonces, con el cierre de escuelas, cerca de 40 economías en todo el mundo han establecido políticas sobre licencias o prestaciones sociales con el fin de ayudar a los padres en el cuidado de los niños. Aun así, es probable que estas medidas sean insuficientes para abordar los desafíos que ya enfrentan muchas madres trabajadoras, y la crisis de los servicios para el cuidado de los niños.

    La pandemia también ha contribuido al aumento de la gravedad y frecuencia de la violencia contra las mujeres. Una investigación preliminar muestra que, desde principios de 2020, los gobiernos adoptaron alrededor de 120 medidas nuevas como líneas de atención telefónica directa, asistencia psicológica y refugios para proteger a las mujeres de la violencia doméstica. Algunos gobiernos también establecieron medidas para brindar acceso a la justicia de varias maneras, por ejemplo, declarando urgentes los casos de familia durante el confinamiento y autorizando los procedimientos judiciales remotos para dichos asuntos. Sin embargo, los gobiernos aún cuentan con un amplio margen para implementar medidas y políticas destinadas a abordar las causas fundamentales de la violencia en el hogar.

    «Si bien es alentador que muchos países hayan tomado medidas proactivas para ayudar a las mujeres a atravesar la pandemia, está claro que queda mucho por hacer, especialmente en materia de licencia parental e igualdad salarial», manifestó Mari Pangestu, directora gerente de Políticas de Desarrollo y Alianzas del Banco Mundial. «Los países deben crear un entorno jurídico que mejore la inclusión económica de las mujeres, para que estas puedan tomar las mejores decisiones para ellas y sus familias».

    A pesar de la pandemia, 27 economías en todas las regiones y niveles de ingreso promulgaron reformas en todas las áreas analizadas y aumentaron las buenas prácticas en materia de legislación en 45 casos durante el año cubierto por el estudio. La mayoría de las reformas introdujeron o enmendaron leyes que afectan las áreas de remuneración y parentalidad.

    Sin embargo, la parentalidad es también el área que deja un mayor margen de mejora a nivel mundial. Esto incluye la licencia parental remunerada, la administración de los beneficios por el gobierno y la prohibición del despido de mujeres. Del mismo modo, reformas son necesarias para superar a las restricciones que enfrentan las mujeres en cuanto a los tipos de trabajos, tareas y horarios en los que pueden desempeñarse, lo cual las segrega a empleos menos remunerados. Asimismo, en 100 economías las leyes no exigen una remuneración igual para hombres y mujeres por un trabajo de igual valor.

    Aunque lograr la igualdad jurídica de género requiere un esfuerzo concertado por parte de los gobiernos, la sociedad civil y las organizaciones internacionales, entre otros, las reformas jurídicas y regulatorias pueden servir como un catalizador importante para mejorar las vidas de las mujeres, sus familias y comunidades. Un mejor desempeño en las áreas medidas por el informe Mujer, Empresa y el Derecho está asociado con la reducción de la brecha de género en resultados en materia de desarrollo, una mayor participación femenina en la fuerza laboral, empleos menos vulnerables y una mayor representación de las mujeres en los parlamentos nacionales.

    Yo defiendo los Derechos Humanos ¿y tú?


     Los jóvenes decidimos no rendirnos, seguimos formándonos y alzando la voz ante las injusticias. Informar sobre los DDHH por las redes sociales e incluso en la calle es parte de la labor que hemos asumido como activistas.

    Por: Cindy Huari y Katherine Ramos

    #CiudadaniaActiva

    Han existido múltiples luchas sociales por la libertad y los derechos fundamentales, ya que éstos representan la garantía de todo ser humano y el límite hacia el poder ejercido por el Estado.

    Mediante la sujeción a organismos internacionales, la firma y ratificación de tratados y pactos internacionales los gobiernos han asumido el deber de ser garantes de los Derechos Humanos, por ello son los principales encargados de la promoción dentro de su territorio de instituciones que cumplan con dicha garantía y a su vez con protección hacia aquellos que los defienden sin menoscabo o perjuicio alguno.

    El Estado venezolano debe proteger los derechos humanos, esto bajo el marco de las normas internacionales y su ordenamiento jurídico interno, pues la Constitución de 1999 ha reconocido el valor de los mismos, según se prevé en los artículos 2, 19 y 23 de la carta magna. Sin  embargo, se han observado en el país diferentes violaciones a los derechos humanos, convirtiéndose en una práctica sistemática, cada vez los venezolanos quedamos más atónitos ante tanta impunidad.

    Muchas ONG, fundaciones y activistas por los DDHH han sido atacados y hostigados por funcionarios del Estado que se contraponen a su labor de defensa de tales derechos.

    Vivir en un país donde se acaben las violaciones hacia los Derechos Humanos es algo que se ve como una utopía. Afrontar la cruda realidad de la situación venezolana es lo que le ha tocado vivir a esta generación.


    Los jóvenes decidimos no rendirnos, seguimos formándonos y alzando la voz ante las injusticias. Informar sobre los DDHH por las redes sociales e incluso en la calle es parte de la labor que hemos asumido como activistas, ya que la defensa de los derechos humanos es un derecho que está consagrado en la Declaración sobre el derecho y deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidas de 1998.

    Según esa Declaración en su artículo 1:

    “Toda persona tiene derecho, individual o colectivamente, a promover y procurar la protección y realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales en los planos nacional e internacional”.

    Y en su artículo 2 nos deja claro en quién recae la responsabilidad de proteger los derechos humanos:

    “1. Los Estados tienen la responsabilidad primordial y el deber de proteger, promover y hacer efectivos todos los derechos humanos y las libertades fundamentales, entre otras cosas, adoptando las medidas necesarias para crear las condiciones sociales, económicas, políticas y de otra índole, así como las garantías jurídicas requeridas para que toda persona sometida a su jurisdicción, individual o colectivamente, pueda disfrutar en la práctica de todos esos derechos y libertades.

    1. Los Estados adoptarán las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean necesarias para asegurar que los derechos y libertades a que se hace referencia en la presente Declaración estén efectivamente garantizados”.

    Es un verdadero desafío fomentar en nuestro país la protección de las personas defensoras de derechos humanos, no contamos con mecanismos óptimos ni leyes internas que traten éste tema. Hoy en día vemos como se criminaliza la labor del defensor de derechos humanos, sin poder encontrar auxilio en las instituciones del Estado por éstas estar a las órdenes de quienes detentan el poder, al no existir institucionalidad estamos frente a una oleada de violaciones sistemáticas de DDHH.

    Se debe de garantizar la labor de denuncia ante las diversas situaciones que puedan ser contrarias a lo establecido en el ordenamiento jurídico de Venezuela y en los pactos y tratados internacionales, sin que éstas traigan consigo alguna represalia contra la persona denunciante ni contra las víctimas. Aún queda trabajo por hacer y mucho que construir para hablar de una protección plena de nuestros derechos humanos.

    “Seamos quienes cambiemos ésta realidad, está en nuestras manos conseguir el cambio que amerita el país para tener una vida en donde nuestros derechos sean respetados. Es tarea de todos, es trabajo que lleva tiempo pero el resultado valdrá el esfuerzo empleado”.

    REDAC - Red de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos