Caracas, 26 de abril de 2017.- El
Observatorio Venezolano de la Salud (OVS) manifiesta su profunda preocupación
ante el uso y abuso de gases lacrimógenos y el uso de fuerza física -por parte
de los organismos de seguridad del Estado- en contra de la población civil que
ejerce su derecho a la manifestación pacífica, por las consecuencias directas
que tienen sobre el estado de salud y bienestar de los ciudadanos.
Ambas
actuaciones constituyen una violación al derecho humano a la vida y a la salud,
por lo que rechazamos que en los actuales momentos, y ante los últimos hechos
registrados en el país, estos derechos no estén siendo garantizados.
El uso
indiscriminado de sustancias tóxicas, específicamente de los gases lacrimógenos
más utilizados para el control de protestas ciudadanas, como lo son el 2-chlorobenzylideno malononitrilo (CS),
oleoresincapsicum (OC) y cloroacetofenona (CN), produce consecuencias negativas para el sistema
respiratorio, tal y como ha sido documentado en otros países.
Estudios científicos han descrito el
daño que las exposiciones repetidas a estos gases representan para la capacidad
respiratoria de los individuos. El riesgo de presentar un síntoma respiratorio
como tos o flema, goteo nasal, dificultad para respirar o dermatitis es mayor
en quienes han sido expuestos en varias ocasiones a los gases lacrimógenos.
Además, también según estudios científicos, las personas asmáticas y fumadoras
son más propensas a tener un flujo máximo respiratorio significativamente menor
(es decir, mayor dificultad para respirar) que en aquellos que no han sido
expuestos a los gases.
Las exposiciones prolongadas y
recurrentes pueden ocasionar, en el largo plazo, el desarrollo de bronquitis
crónica, dificultad respiratoria y, en último caso, fibrosis pulmonar. Rigidez
del tórax es otra de las consecuencias que pueden presentarse.
Es por ello que expresamos nuestra
preocupación por la cantidad de gases lacrimógenos a la que ha estado expuesta toda
la población que manifiesta pacíficamente, así como también aquellos ciudadanos
que sin estar en las protestas de calle han sido afectados. Nos referimos
específicamente a los niños menores de 5 años que se encuentran en centros
hospitalarios, personas mayores y
población en general que ha recibido gases lacrimógenos estando en sus hogares.
Rechazamos los ataques con gases
lacrimógenos a centros de salud y su uso en los alrededores de recintos
hospitalarios, como ha ocurrido en las últimas semanas en Caracas: el 10 de
abril en un centro privado en Las Mercedes y el 20 de abril en El Valle, requiriendo
la evacuación y traslado de los niños expuestos, madres y pacientes en general.
Rechazamos igualmente el uso de gases
lacrimógenos directamente contra viviendas y edificios en zonas residenciales,
su lanzamiento a corta distancia contra civiles y, más peligroso aún, desde
helicópteros (irregularidad registrada el 10 de abril en Caracas) o
directamente contra manifestantes por el alto riesgo de causar la muerte, como
ha ocurrido este 26 de abril en Caracas con un estudiante universitario.
Condenamos el uso de la fuerza física
para detener a civiles (puede ocasionar la pérdida de la funcionalidad de
algunas estructuras corporales), así como el uso de armas de fuego por parte de
cuerpos de seguridad del Estado y grupos paraestatales en el contexto de las
protestas.
Desde el OVS queremos reiterar el
apoyo a los colegas médicos que han resultado agredidos en las últimas semanas,
bien sea dentro de los centros de trabajo o en las manifestaciones calle, y
reconocemos la labor realizada por los estudiantes de medicina que conforman el
equipo de Primeros Auxilios UCV, destinada a socorrer a los manifestantes
afectados por los gases tóxicos y heridos en las protestas.
El trabajo de los colegas médicos,
que realizan sus labores aún en medio de las deplorables condiciones
hospitalarias, con escasez de insumos médico-quirúrgicos y sin la tecnología
adecuada a los tiempos modernos, solo habla de un gran sentido del trabajo,
preparación, altruismo y nobleza sin igual. De ninguna manera merecen el trato
que se les brinda cuando incluso en los centros hospitalarios son agredidos por
las fuerzas represivas y paraestatales que impiden la realización de su labor.
Exigimos a las autoridades del Ministerio
del Poder Popular para la Salud, Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores,
Justicia y Paz, y Ministerio del Poder Popular para la Defensa, controlar el
uso de las sustancias tóxicas, el uso de la fuerza física y el uso de armas de
fuego contra la población civil, pues esto solo compromete la salud y la vida de
la población. Y exigimos a los organismos internacionales seguir en detalle los
acontecimientos en Venezuela, porque entre muchas otras violaciones de derechos
humanos, las concernientes al derecho a la salud y a la vida se han
incrementado.
Observatorio
Venezolano de la Salud (OVS)
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